Con la lepra a cuestas
Camino por conductos ruidosos
Trozos de carne pútrida
Caen
Mirándome con su típico sarcasmo
Sarcasmo de carne muerta
Ellos saben que pueden deshacerme
Y se aprovechan de su poder.
Yo paso de largo
Los dejo atrás
Mascullando improperios
Sigo caminando triste
Con tanto amor
En el escondrijo hueco
De mi corazón
Sabiendo que también se irá cayendo
Una vez que las últimas costillas cedan.
En una esquina,
Atónita,
Mi tripa amante en el suelo
Doy unos pasos,
Pero vuelvo para pisarla.
(“aún palpitaba”, me contaron unos perros que se la querían comer)