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martes, 6 de septiembre de 2011

La Lepra

Con la lepra a cuestas
Camino por conductos ruidosos
Trozos de carne pútrida
Caen
Mirándome con su típico sarcasmo
Sarcasmo de carne muerta
Ellos saben que pueden deshacerme
Y se aprovechan de su poder.

Yo paso de largo
Los dejo atrás
Mascullando improperios

Sigo caminando triste
Con tanto amor
En el escondrijo hueco
De mi corazón
Sabiendo que también se irá cayendo
Una vez que las últimas costillas cedan.

En una esquina,
Atónita,
Mi tripa amante en el suelo

Doy unos pasos,
Pero vuelvo para pisarla.

(“aún palpitaba”, me contaron unos perros que se la querían comer)




martes, 12 de julio de 2011

La Parición (Intento de letra para una canción, jamás interpretada)



Primera contracción
cierro los ojos
penetración inversa lacerante
tonta yo
siempre viene desde dentro
siempre desde el corazón

Segunda contracción
abro los ojos y la veo
partera colorada que nada más es sadismo
recibe sonriente a su hijo
el primogénito

Tercera contracción
soy conciente

he parido al hombre con el que yazgo
pero te parí dulce, amable
y me encuentro con un lazo vivo
amarrante de nacimiento

he parido al hijo pródigo
mi muerte
duele profundo
la suegra rie y se le cae la baba
roja y lista para servir nuevamente


odio las flores de mi matrimonio, amor mio
odio la flor que soy

sábado, 4 de junio de 2011

autobiografía/confesión/epitafio




Nací hace 32 años. Amo. He amado a un par de hombres, algunas veces los he tocado; otras, los he observado desde lejos, cuestión que ha sido bastante prudente de mi parte, porque tengo un mal hábito...destruyo con facilidad e inconsciencia lo que amo. Durante varios años confié en la gloriosa medicina tradicional, la que me sentenció cruelmente y recetó medicamentos para mi mal. Morí. No amé durante todo ese tiempo. Un buen día conocí un hombre que me reveló un secreto maravilloso, era masoquista. Nos casamos. Volví a escribir, lo que en mi caso, es volver a vivir. Dejé la medicación y ahora destruyo descontroladamente a un hombre que disfruta la destrucción.

jueves, 19 de mayo de 2011

Nunca besarás más

Un poema de mi adolescencia...



Nunca besarás más
quel vino moribundo
desta lengua.

Jamás entrarás
en el palacio rojo de la venganza
simplemente,
porque no te mereces ese cuchillo.

Tampoco lamerás el néctar
oscuro y dulce
vaciado en las copas de la navidad

Oh siniestro silenciador del jadeo
de la excitación tácita de la mirada
al grito húmedo
atajado por tus manos gigantes

Narcisito, venga pa´cá mijito
aquí lo espero eternidades
con un pedacito de espejo
listo para cortar su carne.


lunes, 25 de abril de 2011

Doris y Gabriela

La amada mujer
le transcribe la soledad
le transcribe,férrea,
admiración a la madre.
Carta tras carta,
le saca pica a la abuela
mostrándole, desde lejos,
los pechos nuevos.

Esperando consuelo
la maestra, le llora
le chupa la sangre jovial
le ama con la violencia que le falta

Ambas aman ese mundo dual    /    Yo, regocijándome al mirarlas desde lejos.
en que los opuestos sensuales
se frotan con dulzura.
Ambas van esculpiendo delicadamente
la gran mole de piedra informe
que nos caerá
como meteorito    /    No le temo a la muerte. Me excita, ella, con sus calzones negros.


"¡Acabo de mundo!"
grita un hombre desgarbado
con los ojos afuera
parado, paralítico,
en una esquina.

Y ellas, diáfanas,
asienten sonrientes     con brutalidad.



martes, 19 de abril de 2011

La Concepción

Las tías repiten: cásate  /  La madre resucitada
"¿no le gustó la cosita?"  /  al pie de la cama,
insiste la vecina   /    reclama su trono,
con un ojo triste mirando  /  la sádica,
y el otro,    /    para sentenciarme a muerte.
obligadamente oscurecido  /  sonriendo, dice, cásate.

                   Y yo, como tú,
                   embrionaria,
                   pensando la fugacidad
                   de la duda y el placer

Y los 9 meses, tan largos y la vida completa, sin nada. Se me presenta el recuerdo de mi fiesta bautismal, el día en que lo elegí mi sacerdote. Cuanta felicidad, cuando entró a coronarme. Mal por mí, concebí aquel día funesto.
Y tú mandas ahora, pequeño mío, llevando en la sangre, la enfermedad que me aqueja.




jueves, 31 de marzo de 2011

Terror Existencial

Fue un silbido, el que me sacó del sopor que me mantenía fuera de la ciudad, uno de esos que cada noche van y vienen por las esquinas, que no tienen destinatario ni mensaje claro, pero que dejan un halo de bajo mundo criollo, algo así como film rodado en la "m" con inspiración holliwoodense. De pronto reparé en un gran cartel que con luces de neón anunciaba un restorant de comida china, eso supongo, por las formas orientalmente enroscadas que iluminaban mi rostro, absolutamente indescifrables dado mi precario, o mejor dicho, inexistente conocimiento del chino. En fin, me era imposible traducir ese enredo tipográfico, pero daba lo mismo, porque entendí. Entendí que allí vendían comida de esa, no sé si china, pero extraña. Y seguí mi camino, pensando en que vivimos aquí entendiendo a medias el mundo. Gran filosofía. Gran descubrimiento, el mío. Si uno entiende más, se angustia, me dije para tranquilizar mi conciencia mediocre y seguí la caminata nocturna, tratando de evadir mi juicio crítico al máximo.
Llegué a una esquina donde había una casa antigua, que me trajo recuerdos vagos de algo, como de un sueño o de otra vida, de mi infancia. Me produjo una nostalgia triste. En eso, me llamó la atención una luz fuerte que venía del frente, miré y me encuentro nuevamente con el cartel de comida china. Extrañada, observé cada uno de sus detalles. Si mi memoria no me engaña, cosa muy probable, es exactamente el mismo, me dije, pero inmediatamente pensé que era imposible y seguí mi viaje, tratando de olvidar el extraño suceso. Lo logré con relativa facilidad, pensando en que tenía que buscar trabajo con urgencia extrema. Ya no tenía plata ni para cigarros. Es terrible, llegar a los 27 años, sin haber terminado la u ni tener dedos para piano alguno, cuál será mi piano, me pregunté riendo, no lo sé, tal vez sea la armónica mi vocación y rompí en carcajadas. Riéndome sola en plena calle me encontré de frente con el cartel del restorant chino, miré hacia todos lados, totalmente desconcertada. El desconcierto pasó a ser miedo y el miedo fue tan intenso de pronto, que tuve que contener las ganas de gritar, el cartel de comida china me seguía o estaba caminando en círculos, tal vez toda mi vida siempre seguía un trazo circular del que no podría escapar jamás. Mis manos tiritaban descontroladamente y un sudor helado mojaba mi espalda. Perdida y sin mis ansiolíticos que impidieran el fluir terrorífico de la crisis de pánico, me vi desde fuera del cuerpo, tan inmensamente pobre y sola. La saliva se agolpó en mi garganta, no podía tragar,como si mi propio organismo tratara de asesinarme, no podía respirar y salí corriendo, como si ese acto me fuera a permitir la liberación que deseaba desenfrenadamente.
Corrí dos o tres o mil cuadras, recorrí toda mi vida nuevamente, hasta que mis fuerzas no fueron suficientes, no pude más y caí de rodillas. Sentí que la desesperación estaba pasando,abrí los ojos para reincorporarme, levanté la cabeza y me encontré con la luz venenosa y enceguecedora del cartel, frente a mi, gigante y yo tan pequeña e inerme, tapé mi rostro con las manos congeladas de miedo, tartamudeando dije que esto no era real, que estaba alucinando y ésto, paradójicamente, me tranquilizó. Fortalecida, abrí los ojos a empujones de conciencia y pude distinguir en el suelo húmedo negruzco de mi pesadilla, un billete de 10.000. Lo cogí sin creer que aquello fuera cierto, levanté la cabeza y vi que bajo el cartel había una puerta roja, las ventanas del restorant tenían un visillo hermosamente bordado, me paré decidida a entrar y lo hice. Allí estaba muy tibio, llegó un jóven a atenderme y pedí carne mongoliana y arroz chung wa o algo así (recordemos que mi chino, era vergonzoso) y decidí que lo mío no era ni el piano, ni la armónica, sino la literatura.


jueves, 24 de marzo de 2011

Las Muertas Enemigas

Disfuncional, la madre
la llama
le conmueve el nervio
guacha, la llama

Disfuncional, el padre
con bota militar
le pisa las manos
puta, la llama
burda de burdel

Así, de tan guacha y tan puta, llegué hasta aquí, para ver desde lo alto la bastedad del hastío. Como saco de papas, el cuerpo luchaba a escupos y cuchilladas con la gravedad. Bebí, bebí mucho, como todas las putas y guachas del mundo. "No soy buena para el suicidio", le dije una tarde de lluvia a mi hermana menor. Por eso seguí. Un día, años después, desperté perdonadora y perdoné. Nueva, me duché y vestí bonita, para amar a un hombre. Poco después de las nupcias, él me confiesa que ama a otra, a la suicida.

amor primero, me llamó
amor de mi vida sentenció después
y me bautizó de reojo
nunca de frente,
porque amaba a la muerta.

Hoy, paso de largo
siempre mirando para otro lado
sin reparar en casi nada
excepto en la vereda
esa pesada infinita.
A veces, veo sombras y les hablo
para pedirle pinzas
para sacarme una espina, les digo
pero nunca tienen.


domingo, 20 de marzo de 2011

Ignacio Bobadilla en Neo-Porno

Señoras y Señores: con ustedes el Sr. Ignacio Bobadillas a quien no conozco personalmente, pero filo. Me envió un texto, me gustó y aquí está...a tragárselo)



Siempre llego tarde a la pega, voy de la mano de Bukowsky y cuando me sumerjo en un capítulo o cuento, se me pasa el paradero, me doy cuenta y ya es tarde, muy tarde.-Permiso, déjeme subir – a empujones logré entrar al bus. La puerta delantera no abrió nunca más, el chofer decidió solo dejar pasajeros no permitió el ingreso de nadie más , de hecho fui el último en subir. Luego que se bajó un gordo de cara simpática, quede detrás de una chica teñida, se acomodó prácticamente de espalda en mí, su ancha grupa en mi delantera, que parecían ancas de yegua inglesa, pareció abrazar a mi tripa, que de inmediato se puso tiesa y dura, como espolón de proa, trate de pensar en melancolía, pero no hubo caso, la diuca seguía erguida y de pronto la micro empezó a vomitar pasajeros, la micro quedó semi vacía, la chica se apartó de mí , me miró sonriendo satisfecha de su trabajo, la mujer de al lado miró como no queriendo ver y se dio cuenta , el chofer lo sabía, los pasajeros sentados lo sabían, los pasajeros parados lo sabían, especialmente ellos, las ventanas lo sabían hasta las puertas lo sabían y yo no tenía a nada más decente que a Bukowsky para poner sobre el pajarito.

viernes, 18 de marzo de 2011

Rodolfo Hlousek en Neo-Porno

(El primer invitado a publicar en este blog es un viejo camarada que vive en Temuco, su nombre Rodolfo Hlousek y mis disculpas por el largo retraso en la publicación...)





PALIMPSESTOS

*  A MODO DE CATULO, EL COCHINO


“Solíamos levantarle el vestido
o arrinconarla, abusarla en un auto abandonado”

Harry Vollmer


es un akto poético
que un vagabundo
deje jugar su verga
en manos
de una gestora cultural

es un akto poético
que un brillante
estudiante de antropología
no quisiera saltar la verga
de un marginal

es un akto poético
que una doctora
se dejara embarazar
por la verga
de un sin hogar

es un akto poético
que una francesa
ayudante en periodismo
quisiera dirigirse al país
usando la verga de un incomunicado

es un akto poético
que niñas de población
no lean poesía
se interesen por el poema
y no por la verga

es un akto poético
que 2 ó 3 poetas jóvenes
tengan la verga más grande
a la de un 1 poeta
ya consagrado

es un akto poético
que el poeta asuma
su verga menor
a cualquier otra
de un trabajador

es un akto poético
que el poeta se entretenga
más en jugar con su verga
que en tener plata
pa´ pan


viernes, 11 de marzo de 2011

Pensando el Neo-Porno

Las 3 Cucharadas

El milagro del amor es un escándalo, señoras y señores. Sus violencias trastocan los límites impuestos al discurso cotidiano respecto al acto sexual. De esta tragedia y de otras relacionadas, vengo a hablarles hoy.
He escuchado, cansada, muchos discursos liberales que, a través del uso sofista de la retórica, convencen con facilidad. La poesía es muchas veces una herramienta efectiva para estos fines. El problema es cómo toda su palabrería deviene en acto...pues éste último se hace inaprehensible por la primera.

Hablamos de libertad con parámetros lingüísticos tan delineados moralmente, que pensamos 3 veces y se nos traba la lengua al leer un verso en cuyo bellísimo paisaje se levante, cual enhiesta montaña, la palabra "culiar".

Así, la muy mentada "libertad" va pervirtiéndose de tal forma que se transforma en una palabra social y políticamente tolerable, cuando en el acto, sería una aberración.

"Hablamos demasiado y patudamente, hacemos poco...", concluyo para no caer tanto en pajas filosóficas que no manejo ni quiero manejar.

La Papa

Dentro de este contexto, ¿cuál sería la labor de la literatura?... (redoble de tambores y ¡plop! no vienen verdades, sino más preguntas...) ¿esconder realidades a través de metáforas preciosas?, ¿hace cuánto tiempo no leemos un poema erótico que nos haga masturbarnos?, ¿o para eso, mejor está la peli porno?

Lo que yo creo (y aquí sí que vienen las verdades últimas, ja!) es que la poesía erótica debe ser el reflejo del acto/uso de lo sexual. Por lo tanto, lo rasca y ordinario que nos gusta debe estar ahí. Deben ser usos poéticos y literarios, en general. 

Finalmente, les comento que me angustia un poco, pensar que el exceso de honestidad que propongo y estoy experimentando, sea realmente, el de la muerte de la poesía. Gran placer para mi... pero si se requiere su muerte por mentirosa, que muera, la perra. Inventamos otra... ¿qué tanto?   


Amigos escritores (y enemigos), los invito a experimentar con las palabras prohibidas... y mándenme sus textos!!!!!!!!!!!!! Los publicamos aquí...... sería la raja.




                                                (En la foto, Pame y su hijo Vicente.)

martes, 1 de marzo de 2011

Judith, la viciosa

Llegué a su blog, animada por la esperanza de leer relatos pornográficos femeninos y, en vez de encontrarme con un montón de palabras que me transportaran a lugares húmedos, me encontré con el negocio de Judith.
Judith, muestra fotos sugerentes de sí misma para provocar a los cibernautas a pagar 20 euros por una corrida de paja vía webcam. Está bien, pero no me calienta... eso de fóllame! y córrete sobre mi, me hastía.

Sigo pensando... Fóllame... mmm. Judith ofrece una suerte de sumisión... Fóllame!, a la vez osada... Fóllame!. En realidad no me desagrada la sumisión, en muchas ocasiones lo he disfrutado... lo que no me agrada es que veo poca imaginación, tal vez. o poca libertad. Fóllame...

Según yo, eso de follar tiene matices casi surrealistas... es como tener un campo de visión muy reducido, un microscopio en los ojos, que no ve las totalidades que sí ve mi amiga. Mirar lo retorcida que es la piel, los vellos que se ensortijan, felices, en la humedad.  Poros, esperma con sabores salados, fuertes. Asqueroso y tan sublime, a la vez. Y los propios sabores, meter lo dedos y chuparlos, para con esa sóla acción, mirarte y saber qué tipo de mujer eres, cuál es el ph de tu espíritu... golpearse con risa la cabeza, producto de la violencia de la embestida y reir, si, reir después. Y pensar en lo torpe que es la libertad.

Tal vez, para mi, el Follame!!!, ya perdió el sentido o adquirió un sentido trascendente, que ya me da miedo de pensarlo.


lunes, 14 de febrero de 2011

EL AMOR




                                                                                                                       A mi Pato


A ambos les pesaban los pies. Habían levantado demasiadas piedras buscando el tesoro prometido, que no existía. Por eso se amaron con urgencia desesperada, con desgarro. Las manos temblaron, la torpeza, impaciente, como es ella, se había apoderado del acto. Era su reino. La urgencia la tornó violenta, no podían de otra forma, no sabían hacerlo, era la primera embriaguez. Se golpearon, se derritieron para mezclarse y formar el caos original, la playa los miró atónita, pensaba que su furia creadora era la más transformadora, pero no, se sintió defraudada, ellos eran el origen. Eran los padres de los bosques, de los alacranes y de la fuerza gravitacional que movía los ríos hasta ella. La orgullosa de la naturaleza quedó muda, absorta, desesperanzada. Se dio cuenta de que la fuerza que los ríos, que desesperados llegaban, no iban hacia ella, sino que seguían su naturaleza. Tonta, ella, ilusa.

Uniones vanas hubo muchas antes, pero esta sensación de amar demasiado, tanto que se requiere del dolor para hacerla soportable, era nueva, en esto eran principiantes. Perdidos, el jadeo se hizo compulsivo, invadió todos los rincones del dormitorio gigante, los pájaros adultos volaron de sus nidos quietos, espantados por la catástrofe. Los pájaros niño se quedaron riendo, sus progenitores nunca comprenderían que ese escándalo era el que les había hecho nacer y cantaron por primera vez, algunos intentaron volar antes de tiempo y cayeron felices a la muerte, a sabiendas de que otros muchos, como ellos, vendrían después.

El macho recio del mar, miró envidioso.

Ellos eran todos los seres al mismo tiempo, pulpos enlazados, marañas de líquenes, fieras arañándose, koalas trepando un árbol vivo, eran la vida.
Así, se amaron y crearon el mundo, de ellos nada más se supo. Unos dicen que son Adán y Eva, yo no creo, porque sé que anónimamente, viven entre nosotros.





jueves, 10 de febrero de 2011

La Guinda de la Torta

El taco alto me va matando de a poco, pero endurece las piernas. Esto de ser puta requiere de trabajo arduo. Suena el teléfono, respondo lo mismo, anoto lo mismo y me despido de la misma forma. Voy al baño. Me levanto lenta, la falta ahora plagada de brillos, bajos las medias caladas, los calzones caros y me miro el culo al espejo, "por este me deberían pagar mínimo 100", me digo riendo. Salgo del baño, entrando al bar, hay un ambiente caluroso y húmedo que me excita. Soy la guinda de la torta.  Entro suave, sádica, sabiéndome la más caliente y experimentada, me siento en la barra cruzando las piernas suavecito, pero con fuerza para estimularme. Levanto la mano y el barman, decodifica mi pedido, algo fresco, él me sonríe, me conoce, sabe que soy la serpiente, sabe qué darme, sabe que mis fines reproductivos son lo que valen mis besos. Suena el teléfono, respondo lo mismo, pero con otra voz, anoto lo mismo y me despido agitada. Doy el primer sorbo, sé que alguien se acerca. Me vuelvo antes que traspase mi distancia proxémica pre-coital y le pregunto qué quiere, que cuanto, que vamos, que todo, pero que los mandamientos, los escribo yo. Suena el teléfono, respondo lo mismo con voz sensual, anoto, me despido y solicito que vuelva a llamar. Lo monto sin preámbulo, le doy con fuerza toda mi violencia, alguien toca mi hombro. Son las 6. Casi todos se han ido. Avergonzada me levanto del escritorio y salgo a la calle para tomar la micro. En casa, mi madre me espera con la once servida. La miro y me veo, con todo el absurdo de la no-vida. Esa especie somnolencia con la que nos paseamos por la existencia. Arriba, mi hermano canta "ni dios, ni dios, ni aamo" y tiene razón.

                                      

viernes, 4 de febrero de 2011

No llorarás

No llores sobre tu leche derramada en mi
que tus lágrimas hipócritas
pueden rodar hasta las copas de tu casa
y ser bebidas en la cena, por tus hijos

Por las calles,
el mordente químico de tu llanto
podría corroer el camino que sigues
hasta mi vagina
y hacer pública,
nuestra historia de bestias deseantes.

Otra opción
sería lamer la dichosa lágrima
y escupírtela en la cara
para que no vuelvas                           erecto
cerrando las cortinas de la cobardía

y una última posiblidad,
hacer la mezcla de tu lágrima con mi fluido desenamorado
te la inyecto una noche cualquiera
y te mueres, así de simple, en mi cama.


viernes, 14 de enero de 2011

0 centímetros

A 1,37 cm. del cuello que ahora me entregas sin más, negro de mugre, negro de trabajo. Húmedo, amor, húmedo.

Vuelvo los ojos a la lectura, las matemáticas me afiebran, sólo logro logaritmos en ti.

Estoy cerca, pero no, el ángulo de tu ojo no me alcanza y me gusta, estoy a más de 200 grados centesimales, no me ves, pero te veo, en toda la inmensidad de tu cuerpo estirado en el asiento del bus. Sigo leyendo, eres la mejor fórmula matemática que he visto. Con los ojos ansiosos logro calcular tu azimut, mi norte es el conductor, 67 grados, 1 metro y tanto, ya no puedo calcular, amor. Tú, metido en la pega, sin saber que existo… llega una mujer que me dice que el lugar que ocupo es suyo, me levanto y, obligadamente, estoy en línea recta, sé que me ves. Pensé que mi geometría sería lejana, pero no logro salirme, estoy dentro del ángulo de tu mirada, me miras y no ves nada, sólo mis pechos erguidos, esperando ser mordidos. A pesar de que ya mi cercanía disminuyó en aproximadamente 50 cm., no puedo acercarme, sería entregarme. Me ves menos, al menos eso creo. A 93 cm. y mi cuerpo no puede más, me  ves, abres los ojos, 90 cm., amor mío, te duermes. El vaivén del bus me recuerda una playa colmada de vino, de torque insaciado y desconocido.
Cuchillada, la realidad, 20 Km. para el destino, la evaluación me espera, el mismo sol, océanos de metal derretidos en frente, 84 cm., la incursión, mi piel es una pista de aterrizaje después de un bombardeo, herida y sabiendo que ya no recibirá más naves. El bus frena con violencia, 53 cm. de trasgresión a tu anhelada intimidad, me disculpo sin mirar, vuelve a frenar, destino, cierro los ojos y me zambullo, caos de sangre dentro, humedad entre las piernas, mezcla de sudor y ansias. 0 centímetros, querido mío. Ríes y me ayudas a levantarme, pero no quiero, deja que me transforme en tu overol, deja que sea una parte, un pedacito de mezclilla para absorber tus olores, deja que vaya contigo al trabajo, acompañarte, mirándote desde el suelo, en la ducha. Me levanto obligada. 100 metros para el paradero final, me despido triste, fuiste mi muerte por casi 2 horas y lo serás por varias noches más. Antes de bajar, tímida, me atrevo a mirarte por primera vez de frente… duermes. Descansa.     

lunes, 10 de enero de 2011

la Puta Iluminada


Vesta enyesada
Tomada augusta de tu mano
Con vestido blanco, la guapa
Bordado de oros.
Yo abajo, vestida de roña
O desnuda y chorreante
No recuerdo bien…
Ella me escupe desdén
Recibo la substancia odiosa de su boca
En la cara,
Inclinado mi rostro
Sube lento
Toda la extensión del pedestal
Mármol, fálico
Tu sonrisa balbucea la acusación:
Puta
Por altoparlante se grita
Puta yo, la indigna.
TVN con su verdad me llama  “hetaira”
(No existe la otra palabra en su diccionario,
Pero sabe su significado de memoria)

Puta entrevistada
Mi rostro insano en la revista “Caras”
Puta yo
Me han puesto por nombre
Puta yo y sin apellido
Puta yo y sin derecho
A pensión básica solidaria
Ni bono por hijo
Puta yo, la concebidora.

Les quiero contar
Que mi útero se inflama,
Montaña dura y orgullosa,
He parido hijos, frutas
Bosques descomunales, añosos
Mil veces más viejos que su madre
De mi han surgido ciudades nuevas
Con autos, con pobres, conmigo.

Una noche,
Monté húmeda a un hombre oscuro
Y tuve los primeros alacranes.
He tenido serpientes
Que me hablan del pecado
Que las constituye
Y de lo injusto de su trabajo en la tierra
Les sonrío con dulzura
Para terminar enviándolas a asustar.
También me han nacido varios pájaros
Uno de ellos es hijo tuyo,
Rey codicioso,
Ese que al nacer,
Me dijo al oído
“a mi padre ámale con rabia
Con ternura violenta
Para que sepa que deberá concebir
La mas gigantesca bandada de pájaros”
Le dije:
“no puedo, tu padre ha desposado a otra”
Mi hijo respondió:
“que no te importe el compromiso con la enyesada”

Así y todo, preferiste a la otra
Para concebir un príncipe.
Pobre de mí
Puta yo
Puta, la hacedora del mundo.  

sábado, 8 de enero de 2011

Paralítica y sin limosna

De la nada, la sangre se te agolpa caótica, incomprensible. El más mínimo contacto se transforma en una colisión catastrófica. Me tomas, me aprietas y me llevas, sin decir nada.

Sin previo aviso viene el ataque, no me asombra, ya conozco la táctica.

La ropa es quitada sin cautela, desesperado, buscando ese tesoro útil que no amas, pero que no puedes dejar. Así te amo, sin amor.

Tu dedo se interna, con la sola precaución de haber sido remojado un segundo en tu boca, en mi poco santo canal de desagüe.  Enloqueces. Mi boca es llenada por un escupo, tu lengua rígida entra y sale, se refriega, me odia, me asesina, me ahoga. La penetración duele, bajas y escupes, lo intentas de nuevo victorioso. Te veo, me gusta. Entras con toda tu fuerza, como queriendo no dejar espacio dentro, a nada más que a ti y lo logras, estoy invadida por todos los flancos, pierdo la batalla.

Perdedora soy y me gusta serlo.
Paralítica y sin limosna.

Un par de minutos pasan lentos para mí, para ti son todo lo que anhelas. Te levantas con el rostro sudoroso, ebrio, te levantas exprimiendo mi pecho con ese desamor asqueado que te caracteriza, das el último toque torpe a tu sexo que ya lucha por fluir y eyaculas sobre este cuerpo, maldiciéndome, mascullando ese odio que es un orgasmo para mi. Te miro con desánimo, sé que no querrás un beso. Sonríes por la sensación, no conmigo. Luego ducha, comida y despedida, te vas al trabajo, para yo quedarme sola con el placer desmesurado de pertenecerte.