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sábado, 7 de enero de 2012

La Tétrica

Mordiendo el cuerpo,
la tétrica,
le confunde las células
le cohibe el movimiento
los giros, se los marea
los muslos los junta
ella
siempre
la callada odiosa

nos asedia,
madre de las madres
          y sus látigos,
vírgen de yeso con moho.

Así, día a día,
la tétrica
nos dibuja la silueta
con una cortapluma oxidada

si sacamos una mano,
la corta
si intentamos decir,
nos escupe en la boca.




Cuenta la historia que la Tétrica desea, pero se muerde la lengua con fiereza para detenerse. Se muere de ganas, la muerta. Nos envidia la energía. La soltura, nos codicia. Por eso corta, la cuchilla. Por eso rompe, la oscura.